Mi novio es alcohólico ¿Qué hago? - Psicología Malena Lede




Una adicción es un hábito muy arraigado que sirve para calmar la ansiedad, que puede ser la adicción a la bebida, a la comida, a las drogas, al cigarrillo, a los dulces, etc.

Un hábito es una conducta aprendida en épocas tempranas de la vida; cuanto más antiguo sea su origen más difícil será erradicarlo.

Según Sigmund Freud, las fijaciones emocionales producidas en etapas  tempranas del desarrollo, tanto por exceso de frustración como de gratificación;   causan serios traumas que posteriormente pueden influir en la conducta cada vez que las circunstancias las recrean.

La fijación une la libido a personas o imágenes, reproduce esa forma de satisfacción y de esa manera queda organizada según la característica de la fase evolutiva correspondiente.

El alcohólico, tomará exageradamente cada vez que se le presente la oportunidad y también lo hará siempre que no pueda controlar su ansiedad; y el obeso se comportará igual con la comida.

Por ejemplo, el hábito de la bebida se adquiere en la etapa más temprana del desarrollo psicosexual, que es la etapa oral o de la lactancia.  Si el niño ha sufrido una fijación en esa etapa, le causará un trauma, y trasladará esa necesidad frustrada o ese excesivo hábito de gratificación oral, al presente, creando una adicción a la bebida, al cigarro o a la comida.

Cualquier adicción adquirida en esta etapa no tiene cura, sin embargo, los individuos se pueden recuperar siempre que lo deseen y que cuenten con el apoyo terapéutico permanente de un grupo que los sostengan.

Cabe destacar que el término sexualidad para Freud no se reduce sólo al impulso sexual sino que representa todo impulso que tiene su origen en un estado de tensión  que tiende al organismo hacia un fin, que es suprimir ese estado de la fuente pulsional.

La teoría psicoanalítica clasifica las fases del desarrollo psicosexual según la zona del cuerpo susceptible de provocar excitación sexual o sea, tensión pulsional.

La etapa oral: (desde el nacimiento hasta los dos años) el placer está ligado particularmente a la excitación de la cavidad bucal y los labios que participan en la alimentación.

La etapa sádica anal: (desde los dos hasta los cuatro años) ligado a la satisfacción anal de retención y expulsión de las heces.

La etapa fálica: (desde los tres a los cinco años) las pulsiones parciales se unifican y concentran en los órganos genitales.

La latencia: (desde los 5 o 6 años hasta el comienzo de la pubertad) representa la etapa de detención de la actividad sexual.

La genitalidad: (a partir de la pubertad)  la unión sexual que incluye la ternura y el amor, que pone la pulsión sexual al servicio de la reproducción y establece un lazo afectivo que sobrevive a la satisfacción genital.

No se puede discriminar a un adicto pero se debe saber que si no está dispuesto a recuperarse de su adicción mantener una relación con él será riesgosa, dolorosa y muy difícil.

El adicto debe querer rehabilitarse y aceptar recibir el apoyo terapéutico adecuado, porque a él sólo le resultará casi imposible y porque ante cualquier dificultad tenderá a volver a sus viejos hábitos.

Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “Diccionario de Psicoanálisis” de Laplanche y Pontalís.