Relación entre el cáncer y el hombre de hoy - Psicología Malena Lede




El cáncer es una enfermedad que todos tememos, sin embargo expresa la característica de la ideología humana colectiva imperante en esta época, las ansias de expansión ilimitada y seguir los propios intereses sin importar las necesidades a nivel colectivo.

Las células sanas trabajan toda la vida para mantener saludable al organismo que las contiene hasta que un día, tal como hacen los seres humanos, deciden dejar de obedecer órdenes, ser libres, 
independientes y  hacer lo que quieren.

Logran por fin someter al organismo a la satisfacción de sus propios intereses y trabajar sólo para sí mismas hasta que se dan cuenta que sacrificando al todo y utilizándolo para su propios fines, ellas también mueren, que su emancipación sólo tiene éxito mientras el individuo vive pero que fracasa cuando éste desaparece.

Las células cancerosas en un organismo y el individuo en su sociedad  luchan por su autonomía y progreso, sin darse cuenta de cuánto se necesitan mutuamente.

Como la célula cancerosa, el crecimiento y desarrollo humano cada vez es más rápido; nos podemos comunicar con facilidad con todo el mundo pero falla la comunicación con nuestras parejas y con nuestros hijos; el único objetivo válido para el hombre es el progreso, lo mismo que el cáncer, padece de una miopía mayúscula para darse cuenta que el progreso indefinido nos conducirá a todos a la destrucción del planeta.

El cáncer nos está mostrando que somos exactamente como él: un cáncer para el mundo que nos rodea.

El individualismo y el aislamiento no permite tomar conciencia que solamente formamos parte de un todo; que es una ilusión del Ego hacer algo por sí solos y  que todos necesitamos a los demás y a nuestro entorno  para existir.

El Ego se defiende porque teme perderse en la unidad con el todo y aspira a cumplir objetivos personales de progreso; pero el progreso como objetivo es absurdo.  El verdadero progreso humano es la transformación espiritual, no más de lo mismo.

Mientras persigamos nuestros propios objetivos de progreso,  seguiremos comportándonos como la célula del cáncer que quiere hacer la suya aislada del resto sin saber que si gana no será una victoria sino un fracaso.

El amor es el camino, el amor al otro como a uno mismo.  El símbolo del amor es el corazón, único órgano que nunca padece de cáncer.

Malena Lede – Psicología Malena Lede

Fuente: “La enfermedad como camino” – Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke.