Nunca es tarde - Psicología Malena Lede




Todos los días muchos se pueden sentir atrapados en ocupaciones que son necesarias pero que resultan intrascendentes para su crecimiento personal.

 Porque es común postergarse, dejarse para lo último, no tener en cuenta esos proyectos personales que por una cosa o por otra,  tantas veces fueron dejados para más adelante.

Las cosas urgentes que hay que hacer todos los días no pueden ser el único motivo de la existencia, sin embargo la mayoría se conforma y encara estas ocupaciones  como si lo fueran.

Cuando nos conformamos con una vida rutinaria también crecen en nosotros el miedo al cambio y al riesgo de enfrentar el desafío de emprender algo nuevo.

Sin embargo,  un día pueden comenzar a experimentar una extraña sensación de vacío interior, sentirse depresivos, sin ilusiones  y con un sentimiento de fracaso por haber decidido resignarse a vivir una vida mediocre y renunciar a sus sueños.

Independientemente de la edad que se tenga, la mayoría cree que ya es tarde para realizar cualquier intento, que están demasiado cansados, que no les alcanza el tiempo, sin embargo “nunca es tarde” y todas estas son excusas que sólo sirven para frenar cualquier intento.

La vida es movimiento y si nos quedamos quietos demasiado tiempo es como si ya estuviéramos muertos.

Abandonar los sueños nos lleva a una vida sin matices que para muchos puede ser más segura pero que sin duda es mucho más aburrida.

Los desafíos son los que nos hacen sentir vivos, aún siendo mínimos, de modo que si no se atreven a realizar grandes proyectos, canalicen su creatividad en cosas pequeñas que los gratifiquen y que los hagan sentir satisfechos.

No se acostumbren a quedar bien con todos menos con ustedes mismos ni crean en las ideas erróneas de la gente mediocre que para justificar su inoperancia, piensa que nada vale la pena.

Hoy es el primer día del resto de sus vidas e Internet es la ventana al mundo que puede ser el medio para llevar a cabo sus proyectos,  sin salir de sus casas.

Malena Lede -Psicóloga