Los tests de
inteligencia que se aplican actualmente, muestran hasta treinta puntos más de
diferencia con respecto a los resultados que se obtenían hace más de cincuenta
años.
¿Esta generación es
más inteligente o el mayor estímulo que brindan
las nuevas tecnologías es lo que hace la diferencia? Aún no se sabe, porque
hacen falta más pruebas concluyentes.
Hay que tener en
cuenta que en el mundo en vías de desarrollo ha aumentado la alfabetización de
manera exponencial, que las nuevas generaciones pasan más tiempo en las
instituciones educativas y que en el mundo ahora se prioriza el pensar
racional.
La inteligencia es
la capacidad de aprender, de pensar y de razonar; de reflexionar y formar
conceptos abstractos, de imaginar, de crear, de observar los hechos y fenómenos
en forma metódica, inferir consecuencias y sacar conclusiones lógicas.
La inteligencia nos
ayuda a solucionar problemas teóricos y prácticos y es así como avanza la
ciencia y la tecnología.
Hoy en día los
niños de tres años pueden aprender a manejar un teléfono celular o una computadora
más rápido que un adulto y casi no existen aparatos que no exijan entender
lenguaje cibernético o funciones automáticas.
Los niños nacen
rodeados de aparatos electrónicos y el ambiente en que se crían es muy
diferente a los hogares de hace más de cincuenta años.
En esta época hay
más gente que pueden acceder a estudios superiores, que adquieren mayor y mejor
vocabulario, que leen más, condiciones que favorecen la estimulación, el
desarrollo lingüístico y la motivación de su descendencia.
Aunque la tendencia
actual sea abordar los conocimientos de una manera más superficial, centrándose
en los resultados inmediatos y sin profundizar en ninguna disciplina; es el constante
uso de medios audiovisuales el que eleva el nivel de respuesta de los tests de
inteligencia que miden precisamente esas aptitudes, mientras en los que
registran conocimiento de palabras o capacidades matemáticas se nota un menor
rendimiento.
Los que más se
beneficiaron de este cambio son los países en vías de desarrollo, donde se ha registrado
el mayor incremento del CI; probablemente por haber mejorado las condiciones de
vida y la educación; mientras que en países altamente desarrollados el
incremento del CI parece haberse detenido.
El mejor uso de la
inteligencia puede llegar a ser el factor más importante para que los seres
humanos puedan lograr la paz mundial y
el respeto por los derechos de los individuos.
Malena Lede
(Psicóloga)
Fuente: "Mente y Cerebro" Investigación y Ciencia; No.48/2011
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